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La difícil relación de las ciudades patagónicas y sus ríos. Una alternativa a las líneas de ribera

  • Foto del escritor: bajolimay
    bajolimay
  • 18 jun 2016
  • 2 Min. de lectura

La ciudad de Neuquén y varias ciudades de los valles patagónicos avanzaron sobre áreas inundables de los ríos como el Limay, Neuquén, Negro o Azul. En el caso de la ciudad de Neuquén que avanza sobre el mismo lecho del río Limay se esgrime que ya no es posible establecer regulaciones sobre la línea de ribera. El argumento es que frente a los hechos y a la gran cantidad de urbanizaciones autorizadas por la Municipalidad sobre las planicies de inundación de los ríos, el establecimiento de una línea de inundación hoy, generaría una serie de demandas judiciales por los permisos indebidos ya otorgados. Más allá de las responsabilidades éticas, legales y políticas de quienes autorizaron esas urbanizaciones, es necesario tomar medidas por el bien de los habitantes del paisaje ribereño y la conservación de los humedales. Y el tema nos trae una reflexión: ¿es necesaria una línea de ribera que delimite el río de otros usos del suelo? La respuesta en base al conocimiento científico obtenido en estos últimos años es que existen también medidas alternativas más allá de la geometría de los bordes de inundación. De acuerdo a nuestros datos, es tan necesario como respetar una línea de ribera de inundaciones máximas, considerar también delimitar “parches de ribera”. En ecología del paisaje se llama “parche” a un área del ecosistema que difiere en forma y composición de su entorno. El río cuando desborda, trasvasa aguas a la planicie inundable. Sin embargo esta “planicie” posee pequeñas estribaciones y cursos de agua inactivos. Es decir, desniveles del terreno que muchas veces son modeladas por el propio río como los albardones y los pantanos, a través de los años. Sumado a la pendiente, las aguas discurren por encauzamientos espontáneos y por superficies anegables en la misma dirección de la corriente del curso principal. Estos sitios cumplen una función ecológica y urbana. Las depresiones absorven y encauzan la inundación. Las elevaciones contienen y consolidan la arquitectura del cauce. La zonación de la vegetación de esos sitios, se ajusta a la intensidad d elas crecidas, por lo que en áreas muy reducidas, se concentra una importante diversidad vegetal. Si sobre estos sitios se establecieran "parches de conservación" estaríamos incrementando la seguridad de los habitantes ribereños y protegiendo un enorme reservorio de biodiversidad.

Las ciudades patagónicas avanzan sobre los lechos fluviales y las planicies de inundación. Desde BajoLimay promovemos la regulación del uso de las riberas con fines de conservación y seguridad de los habitantes de las ciudades. Mas información en esta página en

(Arriba). Relleno del lecho del río Limay en el barrio cerrado La Peregrina. Neuquén (Abajo) Ciudad de Lago Puelo


 
 
 

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